Lucas 5,1-11 contiene la llamada “vocación de Pedro”. En Mt y Mc esta vocación tiene una forma muy resumida, sin el milagro de la pesca y el diálogo entre Jesús y Pedro, y concentrada en el llamado y el seguimiento inmediato. Aquellos textos enfatizan más la autonomía de Jesús, mientras que el de Lucas trabaja más sobre la transformación de Pedro.
SOLO EL CREYENTE OBEDECE Y SOLO EL OBEDIENTE CREE.
Cuando termino de enseñar del Reino de Dios a la multitud, Jesús ordena a Pedro a bogar mar adentro y echar sus redes para pescar. En realidad el texto lucano no utiliza un verbo para describir la acción de pescar, sino más bien un sustantivo acusativo femenino εἰς ἄγραν. (5:4 BYZ) Jesús indica el fin concreto de su mandato: …para una pesca. El griego emplea un sustantivo concreto, y no un verbo (infinitivo, en este caso), como la traducción Reina-Valera, la idea del escritor es señalar que Jesús, en su orden, garantiza el éxito de la labor. La respuesta de Pedro es interesantísima. Por un lado pareciera profesionalmente arrogante, puesto que no puede el carpintero enseñar al pescador como realizar su labor. No se acostumbraba a pescar en el Mar de Galilea a medio día, sino más bien, muy temprano por la madrugada antes de que rayara el alba. De esa manera se aprovechaba la abundancia de peses cobijados en la oscuridad y además se podía comercializar la pesca muy temprano ya que muchas familias usaban el pescado como desayuno o para la merienda de los jornaleros. Para complicar más la situación, Pedro informa al Señor que ya habían intentado pescar durante toda la madrugada sin conseguir nada, cuanto menos se podría lograr a una hora desfavorable como aquella. Pero, por otro lado, Pedro demuestra obediencia en Jesús en quien confía “…sin embargo, puesto que tú lo dices, echaré las redes". El texto griego dice; ἐπὶ δὲ τῷ ῥήματί σου χαλάσω τὸ δίκτυον. (5:5 BYZ )…pero basado en tu palabra echaré la red.
Resulta interesante agregar en este punto que Lucas coloca en boca de Pedro la expresión ἐπιστάτης mientras que los otros evangelistas siempre emplean didáskalos y rabbí para referirse a Jesús como maestro, Lucas establece una importante diferencia: los discípulos aplican a Jesús el término epístates (en vocativo), el término es empleado para designar al superintendente o supervisor (literalmente significa: el que está sobre otro). En su aplicación lucana a Jesús, el vocablo tiene, pues, una connotación especial y remite al reconocimiento de la autoridad de Jesús. En simples palabras, Pedro cree en el Señor Jesús y por ello le obedece como su autoridad.
Los seguidores del Señor Jesucristo hemos sido llamados por la fe a responder con obediencia al mensaje de Jesucristo. Entonces somos seguidores obedientes de Jesús por la fe que él mismo ha infundido en nuestros corazones. No podríamos jamás declarar que creemos fielmente en Él sino estamos totalmente dispuestos a obedecerle. A aun cuando su palabra resulte extraña o difícil de comprender en nuestro contexto y realidad. Debemos evitar a toda costa cuestionar las instrucciones u ordenanzas del Señor para acomodarlas a nuestra conveniencia o sentido de la lógica. No importa si la palabra del Señor se contrapone a la experimentada, profesional y erudita conclusión humana. Como no recordar la exhortación de Dietrich Bonhoeffer a la reprimida y perseguida iglesia confesante en la Alemania nazi: sólo el creyente es obediente, y sólo el obediente cree. (El Precio de la gracia; el seguimiento) exhortación que nos ha servido como titulo de división en este sermon.
CREER Y OBEDECER AL SEÑOR RESULTA SIEMPRE EN BENDICIÓN.
La narración lucana completa el primer cuadro antes señalado, describiendo ahora como los pescadores obedecen la instrucción del Señor y son sorprendidos por una pesca impresionante y milagrosa. La superabundancia de la pesca es ilustrada mediante tres figuras: el rompimiento de la red, el llenado de dos barcas, y su hundimiento. Lucas nos aclara que la bendición de la pesca fue tan impresionante que no podían hacerse cargo de ella y era necesaria para no perderla llamar los compañeros que habían quedado tal vez en la orilla del lago.
El término μέτοχος, métojos, traducido comúnmente como compañero, es empleado en el NT sólo aquí por Lucas y cinco veces en Hechos, donde significa partícipe o participante. Proviene de metéjo, tener con; y se traduce como: participación juntamente con alguien (en bendiciones comunes). Por su parte, el término κοινωνός, koinonós, que también significa socio y es aplicado en Lc.5:10 a Jacobo y Juan, incluye la noción de asociación y confraternidad personal. Pedro, que había hecho alarde de una cierta arrogancia profesional en el v. 5, pero a la vez de docilidad, llega ahora al punto más bajo de humillación, y la expresa con la caída ante Jesús y las subsiguientes palabras: –¡Apártate de mí, Señor, que soy un pecador! (5:8 BNP)
Gustavo Robles Cid
Reflexion basada en sermón dominical para la comunidad de fe Rey de Gloria
Las Asambleas de Dios de Chile
Este momento es un acto de reconocimiento del misterio divino de Jesús y se encuadra en el modelo típico de las reacciones bíblicas y religiosas en general ante la manifestación de lo sagrado y el poder divino. La reacción de Pedro fue sincera y correcta, producto de su confusión personal. El temor es compartido por todos sus compañeros de trabajo. Lucas es el único autor que emplea un término particular para temor, Θάμβος, thambos (Lc.4,36; 5,9; Hch.3,10); las tres veces como expresión de consternación e impactante asombro ante la manifestación del poder divino en la persona de Jesús. Sin embargo, el Señor le exhorta a no temer Μὴ φοβοῦ• ἀπὸ τοῦ νῦν ἀνθρώπους ἔσῃ ζωγρῶν. (5:10 BYZ) –No temas, en adelante serás pescador de hombres. (Luc.5:10 BNP). Cuan maravilloso es constatar que resultante de la fe y obediencia de Pedro, no solo él es bendecido con la milagrosa y abundante pesca, sino también sus compañeros y la comunidad que recibiría estos productos. Pero el más grande milagro y la bendición más maravillosa que recibieron Pedro y sus compañeros de oficio fue el llamado al seguimiento y discipulado de Jesucristo. Lucas de manera extraordinaria e intencional emplea el verbo ζωγρέω, zogreo que significa agarrar con vida, a diferencia de una caza o captura que mata. El término marca una diferencia substancial para con la pesca, pues ésta mata los peces, mientras que la misión de Pedro consistirá en “agarrar” vivas a las personas – “cautivarlas” y juntarlas para la vida, no para la muerte. Si bien el mandato específico se dirige a Pedro, su entorno también asume el llamado, como puede verificarse por el v. 11. La constatación del seguimiento plural en este cierre aclara por qué el relato había hablado anteriormente de todos los que estaban con él y específicamente de Jacobo y Juan. Convierte al grupo de pescadores en seguidores y discípulos incondicionales de Jesús, que cambian su trabajo y su negocio por el aprendizaje y el servicio activo a Jesús y a su causa.
Los seguidores de Cristo debemos considerar seriamente que cada vez que creemos y obedecemos a la palabra de nuestro Señor el único resultante posible es una bendición integral para nosotros, para la comunidad de fe y para quienes nos rodean. Los discípulos creen y obedece a las enseñanzas de su Maestro y Señor y el resultado es vida plena y abundante para todos: credere et obedire
Los seguidores de Cristo debemos considerar seriamente que cada vez que creemos y obedecemos a la palabra de nuestro Señor el único resultante posible es una bendición integral para nosotros, para la comunidad de fe y para quienes nos rodean. Los discípulos creen y obedece a las enseñanzas de su Maestro y Señor y el resultado es vida plena y abundante para todos: credere et obedire
Gustavo Robles Cid
Reflexion basada en sermón dominical para la comunidad de fe Rey de Gloria
Las Asambleas de Dios de Chile