lunes, 18 de marzo de 2013

MAS ALLÁ DE LAS APARIENCIAS

1Samuel 16:7.
 
·          Los seguidores de Jesucristo debemos  entender que Dios va más allá de las apariencias cuando nos elige para seguirle y servirle.
  • El relato de 1 Samuel 16 nos sitúa en el episodio histórico del rechazo del rey Saúl por parte de Dios, en su rol de monarca del pueblo de Israel. Dios había permitido la elección de Saúl por parte del pueblo y del profeta Samuel.   Sin embargo, la tozudez, arrogancia y desobediencia del monarca le llevaron a ser depuesto por Dios a través del mismo profeta que le consagró como tal. Dios le advirtió a Saúl que le permitiría seguir gobernando un tiempo más, pero se reservaría el derecho divino de escoger otro rey para su pueblo.  Samuel es exhortado por Dios para que abandone su duelo y profundo pesar por la deposición de Saúl y se le ordena trasladarse desde Ramá hasta Belem para consagrar allí al nuevo rey de Israel.
· ¿Podemos impresionar a Dios con nuestras apariencias?

I.   DIOS NO SE DEJA ENGAÑAR POR NUESTRAS APARIENCIAS.

           La pesadumbre de Samuel por el rechazo de Saúl, acompañada sin duda por ruegos ardientes por su restitución, mostraba los sentimientos amables del hombre, pero tales sentimientos estaban en pugna con su deber público como profeta. El propósito declarado de Dios de transferir el reino a otras manos que no fuesen las de Saúl, no era una amenaza airada, sino un decreto fijo e inmutable; de modo que Samuel debería haberse sometido más pronto a la manifestación decisiva de la voluntad divina, por ello fue enviado en una misión privada para ungir a un sucesor de Saúl. Sin lugar a dudas esta era una empresa delicada y peligrosa. Con Saúl como rey vigente políticamente, Samuel debe tomar precauciones para no perder la vida por traición al trono. Al llegar a Belem invitó a los ancianos de la aldea y a la familia de Isaí para que le acompañasen a ofrecer un sacrificio de paz al Señor y compartir la comida junto a ellos. Es durante esta celebración que el profeta se dirige a la familia de Isaí para cumplir con su misión de consagrar al futuro rey, pero Samuel vuelve a fallar al dejarse llevar por las apariencias externas.

 
              Dios se dirige nuevamente a Samuel y le advierte que: …No mires a su apariencia (אֶל־מַרְאֵ֛הוּ ), ni a lo alto de su estatura, porque lo he desechado; porque Dios no ve como el hombre (הָאָדָ֔ם ) ve, pues el hombre mira la apariencia exterior  (יִרְאֶ֣ה לַעֵינ),…(1Sam.16:7 NBH).
             Era muy común que los pueblos medio orientales buscaran en sus gobernantes ciertas características físicas y de carácter. Un rey debía ser para el pensamiento de la época, un hombre fuerte, de estatura superior, guerrero valiente o hábil estratega, que inspirara el respeto de su propio pueblo y de sus enemigos. Por ello la expresión מַרְאֶה (mar’eh) en el texto hace referencia al aspecto o apariencia externa y visible a simple vista. Pero Dios advierte a Samuel que los seres humanos se equivocan al dejarse llevar por las apariencias, el Señor va más allá. El pueblo de Israel y Samuel ya habían cometido precisamente ese error anteriormente:
 
Había un hombre de Guibeá de Benjamín llamado Quis, hijo de Abiel, de Seror, de Becorá, de Afía, benjaminita, de buena posición. Tenía un hijo que se llamaba Saúl, que era joven y apuesto. Era el israelita más alto: de los hombros para arriba, sobresalía por encima de todos los demás. (1Sam. 9:1-2 BNP)
Entonces Samuel dijo a todo el pueblo: – ¡Miren a quién ha elegido el Señor! ¡No hay como él en todo el pueblo! Todos aclamaron: – ¡Viva el rey! (1Sam.10:24 BNP)
            El Señor deja muy en claro al profeta Samuel, que no es posible que el ser humano le engañe porque Él va más allá de sus apariencias tan bien elaboradas. Dios no se deja influenciar por lo aparente. De esta forma lo entendieron aun los religiosos de tiempos de Cristo: Maestro, sabemos que eres un hombre íntegro y que enseñas el camino de Dios de acuerdo con la verdad. No te dejas influir por nadie porque no te fijas en las apariencias. (Mat 22:16 NVI)
            El mismo Señor Jesús exhorta a sus discípulos a no evaluar según las apariencias a las personas sino más bien justamente: No juzguen según las apariencias, sino conforme al justo criterio. (Jn.7:24 BNP)
            El apóstol Pablo reprocha el mismo error a los hermanos de Corinto:   Ustedes ven las cosas según la apariencia exterior… (2Cor.10:7 NBH)
            Aun más, Pablo advierte a Timoteo del carácter de los seres humanos de nuestros días diciendo que solo tienen apariencia de religiosos o piadosos pero con sus actos rechazan esta supuesta piedad (2Tim.3:5).
             Los seguidores del Señor Jesucristo somos continuamente desafiados a entender que las apariencias externas de los seres humanos, generalmente engañan. Estamos insertos en una sociedad que se produce muy convenientemente para aparentar lo que no es y muy pocas veces demuestra externamente lo que es interiormente. ¿Cuántas veces hemos sido víctimas de quienes nos juzgan erróneamente por nuestra apariencia? Y lo que es aun peor ¿Cuántas veces nosotros hemos juzgado superficialmente a otros por lo que vemos a simple vista? Gracias a Dios, no importa que tan buenos y experimentados actores seamos, nunca podremos convencer o hacer creer a Dios algo acerca de nosotros que no seamos en realidad. ¿Por qué? Simplemente porque Dios nos conoce real y profundamente.
                                                          
II.         DIOS NOS ELIGE  A PESAR DE CONOCER QUIENES SOMOS.

                En absoluto contraste con la realidad antes considerada, Dios ordena a Samuel no dejarse impresionar por las apariencias, sino, obedecer a sus instrucciones. No solo porque Dios no puede ser engañado o estafado por las apariencias, sino además, porque Él puede ver el corazón mismo de los seres humanos y conocerles en su esencia. La expresión hebrea  וַיהוָ֖ה יִרְאֶ֥ה לַלֵּבָֽב׃ (16:7 WTT)…y Yahvé observa el corazón, debe ser entendido en el contexto de la cultura hebrea. Yir’eh  (qal- imp.) de ra’ah indica la capacidad de observar, ver, prestar atención, considerar algo atentamente con la finalidad de conocerle realmente. En este caso, es Dios quien observa con atención más allá de lo aparente y puede conocer el corazón de los seres humanos. El lebab, aunque traducido como “corazón”, en realidad se refiere en la cultura hebrea al centro y esencia de la persona humana. Desde esta perspectiva, debemos entender que Dios no se equivocó al permitir la elección de Saúl como rey de Israel, puesto que le conocía profundamente, y pese a ello le eligió.
 
 De la misma manera le pide a Samuel pasar por alto a los siete hermanos de David, ya que ninguno de ellos era la persona que Dios deseaba para suceder a Saúl. Para Samuel cada uno de los hermanos de David poseían, aparentemente, las condiciones necesarias para ser rey en lugar de Saúl, pero el Señor desea elegir al menor de todos ellos. David, posiblemente de 12 o 15 años, ni siquiera se encuentra entre los hijos de Isaí que son invitaos a compartir el sacrificio de paz que el profeta ha ofrecido. Ha sido subordinado a cumplir labores de sirviente, cuidando del rebaño familiar. Aunque el pasaje nos presenta a David como de hermosas facciones físicas e incluso se nos describe que era rubio, en realidad para su propio padre y hermanos él es un niño incapaz todavía. Pero Dios le conoce perfectamente, cada virtud y sobre todo, cada error o falta, y a pesar  de todo esto, le ha elegido como el siguiente rey de su pueblo.
           
               El mismo David entendería tan claro este principio de Dios que aconsejaría más tarde a su hijo Salomón: Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre y sírvele de todo corazón, con generosidad de espíritu, que el Señor sondea los corazones y penetra todas las intenciones. (1Cron. 28:9 BNP)
            Nuestro Señor Jesucristo confirma esta verdad innegable: Él les dijo: –Ustedes pasan por justos ante los hombres, pero Dios los conoce por dentro…  (Luc.16:15 BNP)
            El testimonio de Juan viene a confirmar radicalmente que el Señor conoce perfectamente el corazón o ser interior de todos los seres humanos: Pero Jesús no se confiaba de ellos porque los conocía a todos; no necesitaba informes de nadie, porque él sabía lo que hay en el interior del hombre  (Jn.2:24-25 BNP)
Los seguidores de Cristo debemos comprender que Dios y solo Él nos conoce perfectamente, aun mejor de lo que nosotros mismos nos conocemos. Por un lado, resulta genial saber que el Señor nos conoce tan profundamente, pero al mismo tiempo, nos debe generar el temor reverente de entender, que no importa cuán hábiles seamos para enmascarar nuestro papel ante los demás, jamás podremos engañarle a Él. Dios simplemente nos ha aceptado y recibido en su amor, a pesar de conocer perfectamente quienes somos.
Pr. Gustavo Robles Cid
Reflexion basada en Sermon Dominical
Comunidad de fe Rey de Gloria

lunes, 11 de marzo de 2013

MUJER, IMAGEN Y SEMEJANZA DE DIOS

Lucas 13:10-17.  
 


El Día Internacional de la Mujer (8 de marzo) esta fecha se conmemora también en las Naciones Unidas y es fiesta nacional en muchos países. El 25 de marzo de 1911, más de 140 jóvenes trabajadoras, la mayoría inmigrantes italianas y judías, murieron en el trágico incendio de la fábrica Triangle en la ciudad de Nueva York. Este suceso tuvo grandes repercusiones en la legislación laboral de los Estados Unidos,y en las celebraciones posteriores del Día Internacional de la Mujer se hizo referencia a las condiciones laborales que condujeron al desastre. En el marco de los movimientos en pro de la paz que surgieron en vísperas de la primera guerra mundial, las mujeres rusas celebraron su primer Día Internacional de la Mujer el último domingo de febrero de 1913. En el resto de Europa, las mujeres celebraron mítines en torno al 8 de marzo del año siguiente para protestar por la guerra o para solidarizarse con las demás mujeres. Desde esos primeros años, el Día Internacional de la Mujer ha adquirido una nueva dimensión mundial para las mujeres de los países desarrollados y en desarrollo. El creciente movimiento internacional de la mujer, reforzado por las Naciones Unidas mediante cuatro conferencias mundiales sobre la mujer, ha contribuido a que la conmemoración sea un punto de convergencia de las actividades coordinadas en favor de los derechos de la mujer y su participación en la vida política y económica. El Día Internacional de la Mujer es cada vez más una ocasión para reflexionar sobre los avances conseguidos, exigir cambios y celebrar los actos de valor y decisión de mujeres comunes que han desempeñado una función extraordinaria en la historia de los derechos de la mujer. En el seminario Comunidad Mujer, el académico Claudio Fuentes reveló estudios que situaba a Chile respecto a la desigualdad salarial en el lugar 40 entre 43 naciones más desarrolladas del mundo.
 

  • Los seguidores de Cristo debemos tomar la iniciativa en la misión de promover, respaldar y defender los derechos y dignidad de las mujeres como imagen de Dios y coherederas de la vida.
¿Por qué es necesario que nuestra comunidad de fe tome la iniciativa en la promoción, respeto  y defensa de la dignidad de la mujer?
Observemos un par de solidas razones que se pueden desprender de este pasaje del evangelio de Lucas:



I. EL ABUSO Y OPRESIÓN PARA CON LA MUJER SE HA PROLONGADO POR DEMASIADO TIEMPO.
               El relato de la curación de la mujer encorvada no sólo pertenece a las cuatro historias evangélicas de conflictos sabáticos, sino que es uno de los más bellos ejemplos de defensa que hace Jesús del valor y dignidad de la vida, sobre todo de las personas más vulneradas de la sociedad. El texto contiene una serie de datos que lo convierten en único dentro del panorama de los milagros de Jesús. Lc 13:10-17 contiene numerosas oposiciones, expresándose de esta manera su carácter polémico y su estrecha relación con las tensiones de la vida humana, la lucha por la sobrevivencia y la dignidad, la tirantez entre la acusación y la liberación. En la mayoría de los casos se trata de contraposiciones explícitas; en algunos pocos, de implícitas.
             Luego de la entrada en escena de Jesús, el relato del evangelista presenta el cuadro clínico de la mujer impedida. La descripción abunda en detalles, y es particularmente importante la referencia a los 18 años, ἔτη δεκαοκτὼ καὶ ἦν συγκύπτουσα (13:11 BNT) Y la referencia al día sábado que es cuando sucede el acontecimiento descrito, ἐν τοῖς σάββασιν (13:10 BNT). Empleando una formulación común de la época, se indica también el origen del sufrimiento: πνεῦμα ἔχουσα ἀσθενείας (13:11 BGT), por espíritu de enfermedad (conste que no se trata de una persona poseída, como en otras historias). Más adelante, el discurso vinculará este espíritu con Satanás, descartando así una de las ideas corrientes de la época y de aquel ambiente, que asociaba los sufrimientos y las enfermedades con castigos divinos.
             Es interesante considerar que Jesús toma la iniciativa de la curación, y lo hace desafiando todos los factores religioso-culturales de la época. Debemos recordar que en la cultura religiosa judía la mujer no constituía sinagoga, se requería la presencia de diez hombres como mínimo para tener quórum, no importa si había mil mujeres. En las sinagogas de tiempos de Cristo, las mujeres tenían un lugar reservado en los costados o al final del salón principal, muchas veces separado por enrejados que solo le permitían escuchar sin intervenir en la liturgia. De hecho, varios rabinos habían enseñado la inferioridad de la mujer respecto al hombre al punto de declarar que todo judío piadoso debía orar a Dios cada mañana diciendo:
"¡Te alabo, Dios, porque no me hiciste pagano! ¡Te alabo, Dios, porque no me hiciste ignorante! ¡Te alabo, Dios, porque no me hiciste mujer! (Jewett, op, cit, p.99). Más aun, la tradición oral de los rabinos judíos (La Mishna) es más lapidaria aun con respecto a la inferioridad que asignaban a la mujer: "La vida de un hombre debe ser salvada antes que la de una mujer, porque la vida del hombre precede a la de la mujer" (Horayot 3:7. La Mishna).
"Diez cab (medidas) de murmuración descendieron al mundo; nueve de ellos se los apropiaron las mujeres" (Qiddushin 49b, La Mishna).
"Si una mujer sale y se encuentra con su vecina recogiendo las brazas debajo de un olla con comida ofrecida como ofrenda, Rabí Aquiba declara la ofrenda impura… ¿Por qué Rabí Aquiba declara la ofrenda impura? Porque las mujeres son glotonas, ya que son sospechosas de destapar la olla de la vecina para saber qué es lo que están cocinando" (Taharot 7:9. La Mishna).
"¡Ay de aquel que tiene hijas! Una hija es como una trampa para su padre…Cuando es pequeña, él teme que sea seducida; cuando es doncella, que sea promiscua; cuando es madura que no se case; cuando se casa, que no pueda tener hijos; cuando envejece, que practique la brujería" (B. Sanhedrin 100b. La Halajah).
              Como consecuencia de esta interpretación teológica vejatoria y discriminatoria, los sabios judíos impedían la enseñanza de la Torah o ley de Moisés a las mujeres, no solo por considerarlo un esfuerzo perdido, peor aun , declaraban que era preferible quemar la Torah antes de enseñarla a una mujer. Con este contexto religioso-cultural en mente nos maravilla la prioridad que el Maestro pone en la sanidad de la mujer. Son diez y ocho años de cargar no solo con la acostumbrada discriminación cultural hecha a la mujer en su nación, además ha debido soportar el estigma de ser considerada maldecida por Dios, ya que le ha quitado su belleza, su habilidad, su destreza y su capacidad para ser productiva. Pero el texto de Lucas realza el accionar de Jesús quien llama a la mujer a presentarse delante de todos, y frente a la asamblea de varones. Coloca tiernamente sus manos sobre ella otorgándole no solo la sanidad física, además la consideración y dignidad. Jesús no repara que sea
Shabat, y tradicionalmente este prohibido sanar a alguien en día de reposo, el Hijo de Dios considera que diez y ocho años es demasiado tiempo de opresión, abuso, y discriminación para esta mujer. Si hasta su enfermedad es de alguna manera símbolo de su opresión social, cultural y religiosa. El texto dice que ella estaba encorvada y no podía enderezarse συγκύπτουσα καὶμὴδυναμένη ἀνακύψαι (13:11 BNT) El verbo griego sygkýpto (syn: con; kypto: inclinación) se traduce como estar doblegado hacía el suelo, es un tecnicismo medico utilizado por Lucas para designar probablemente un tipo severo de cifosis (curvatura fisiológica de la columna vertebral en la región dorsal).
 



 
                  Los judíos de este tiempo, consideraban este tipo de enfermedad como un juicio de para quien que ha sido altanero y arrogante y que merece ser humillado. Pero el Señor de la vida sabe que esta mujer no es una juzgada de Dios, sino más bien una víctima humillada por la arrogancia y violencia masculina patriarcal de su cultura y ha decidido poner fin al padecimiento agudo de esta mujer. Nunca más caminará mirando el suelo, encorvada como si llevará un gran peso sobre su espalda. Ahora saldrá de esa sinagoga, en un día de reposo, caminando erguida, con su frente más en alto que nunca, libre, sana y dignificada.
 Si pensamos que este tipo de descriminación y vejación hacia la mujer es cosa de la antiguedad, permítanme una somera muestra de la humillación y menoscabo que ha sufrido la muejer a lo largo de la historia de la humanidad:
"Educar a una mujer es como derramar miel sobre un elegante reloj suizo. Deja de funcionar" (Kurt Vonnegut).
"Hay tres cosas que son difíciles de domar: los océanos, los necios y las mujeres. Quizas pronto se pueda dominar los océanos, los necios y las mujeres necesitaran más tiempo" (Spiro Agnew).
"Las mujeres son apenas el 25% tan buenas como los hombres; por lo tanto deberían recibir un 25% del sueldo que reciben estos" (Bobby Riggs).
"Las mujeres son para gozar con ellas. En la política, prefiero no ver a ninguna. En vez de presionar para ser incluidas, deberían quedarse como lo que son: simples flores" (Lech Walesa).
           Aun los teólogos cristianos desmerecieron y menoscabaron a la mujer:
"Toda mujer debería sentirse avergonzada al pensar que es una mujer" (San Clemente de Alejandría).
"La mujer por sí misma no es la imagen de Dios. En cambio el hombre solo es la imagen de Dios, tan entera y completa como cuando está unido a la mujer" (Agustín de Hipona).
"La mujer es esencialmente un hombre mutilado. La mujer por naturaleza está sujeta al hombre porque en el hombre predomina la razón" (Tomás de Aquino).
"Las mujeres por naturaleza nacen para obedecer, por ello siempre los sabios han rechazado el gobierno de las mujeres como una monstruosidad" (Juan Calvino).
"Las niñas empiezan a hablar y tenerse en pie antes que los chicos porque los hierbajos siempre crecen más deprisa que los buenos cultivos." (Martín Lutero).
"Sé que a las damas les duele oír esto, pero si se casan, han aceptado el liderazgo de un hombre, su esposo. Cristo es la cabeza del hogar, y el esposo es la cabeza de la esposa, y así es como son las cosas, punto. Los derechos de la mujeres son solo un movimiento socialista contrario a la familia, que estimula a las mujeres a abandonar a sus maridos, matar a sus hijos, practicar la brujería, destruir el capitalismo y a convertirse en lesbianas." (Pat Robertson).
"La función de la mujer no está destinada a liderar ni a pastorear la iglesia, sino que a ser la ayuda idónea del hombre. No obstante, la mujer puede asumir roles de enseñanza de niños, diaconado, dirección de reuniones femeniles, etc." (Obispo Evangélico Chileno)
  

               Frente a esta cruda realidad, los seguidores del Señor Jesucristo, sobre todo los varones, tenemos la obligación esencial de  asumir la responsabilidad  moral de defender, promover e incentivar el respeto por los derechos y dignidad que Dios le ha otorgado por derecho propio a las mujeres. Tenemos la responsabilidad de ser pioneros y ejemplo de conducta en la protección de la mujer, respeto por su esencia y persona, confianza en sus capacidades y habilidades. Es primeramente en nuestra comunidad de fe que las mujeres deben encontrar la sociedad alternativa que les permita liberarse de tantos siglos de opresión, abuso, violencia y menoscabo. Entre nosotros deben sentirse verdaderamente valoradas como compañeras, socias, y coherederas de la vida presente y eterna. En nuestra comunidad de fe deben encontrar los espacios más que suficientes para realizarse como personas y crecer como hijas de Dios, llamadas a concretar sueños, graduar de profesiones diversas, escoger si lo desean el formar familias, concretar proyectos, iniciar empresas, hacer teología, pastorear la iglesia, presidir corporaciones, o dedicar sus vidas a misiones sin fronteras. En fin, SER MUJER, ser lo que Dios haya planeado dulcemente para sus vidas. 


II.  LA IGUALDAD Y DIGNIDAD DE LA MUJER ES UN DERECHO GARANTIZADO POR DIOS.

                  El evangelista nos declara que luego que el Señor sanó a la mujer a vista y paciencia de todos los que se encontraban en la sinagoga, el oficial encargado, reprendió a los asistentes exhortándoles a buscar sus sanidades cualquiera de los seis días de la semana, pero no en
Shabat. Llama profundamente la atención que reprendiera a la gente y no a Jesús, al final y al cabo quien llamó a la mujer para sanarla, y de hecho lo hizo, fue Jesús. Nadie se lo pidió. Es increíble apreciar que este religioso, principal, importante, no le interesa en lo más mínimo apreciar la maravillosa obra de compasión, sanidad y restitución de dignidad que el Señor hace a una mujer que ha sufrido intensamente por diez y ocho años. Lo más probable es, que en su impotencia frente al obrar maravilloso e impactante de Jesús y la respuesta de beneplácito de los asistentes, reprochara el resquicio de la prohibición de trabajar en sábado. La respuesta de Jesús es enérgica y desbordante de autoridad, ὑποκριταί, ἕκαστοςὑμῶν τῷσαββάτῳοὐλύει τὸν βοῦν αὐτοῦἢτὸν ὄνον ἀπὸτῆς φάτνης καὶ ἀπαγαγὼν ποτίζει "...¡Hipócritas! Cualquiera de ustedes, aunque sea sábado, ¿no suelta al buey o al asno del pesebre para llevarlo a beber?" (13:15 BNT), tan solo hipócritas pueden considerar que es más importante ser benigno con los animales domésticos antes que con el prójimo. El permiso para el cuidado imprescindible de los animales domésticos en sábado correspondía a ciertas acomodaciones de la Ley, típicas para Galilea. Jesús, haciendo referencia a estas, desenmascara la hipocresía de quienes exigían un severo cumplimiento de la Ley cuando se trataba de personas, pero se permitían consideraciones cuando se trataba de los intereses relacionados con los animales domésticos. No porque verdaderamente les interesará mantener la vida de los animales, sino por simple conveniencia económica. En este caso, les estaba permitido quebrantar sin mayor cargo de conciencia el sagrado mandamiento del reposo sabático. Pero restaurar una vida humana en sábado se asociaba con la pérdida de la imagen de la perfección religiosa. Jesús se opone vigorosamente a esta falsedad. Desenmascara la hipocresía del líder de la sinagoga, demostrándole la incoherencia e inconsecuancia de su postulado.
               El conjunto de factores discriminatorios que hacían "tomar distancia" de la afectada tanto a nivel de la representación mental simbólica (mujer, enferma, "castigada") como del trato social y religioso, no constituyen impedimento alguno para que Jesús establezca una relación completamente diferente con ella. Esta relación abarca una serie de dimensiones qtiue hacen al carácter integral de su proyecto liberador: ver a la persona (e implícitamente, comprenderla en su situación), llamarla, transmitirle seguridad, tocarla, curarla, salir en su defensa, y por sobre todo honrarla con el título
θυγατέρα Ἀβραὰμ (13:16 BNT) o su equivalente hebreo Hija de Abrahán. Abrahán era el orgullo de Israel y tenía importancia decisiva en vista de la vida eterna; y se sostenía que los méritos del patriarca garantizaban a sus descendientes la participación en el Reino de Dios. Asimismo, estos méritos los protegían en casos de peligro y necesidad, les socorrían en la guerra, completaban los esfuerzos deficientes de israelitas imperfectos e incluso expiaban pecados. Mencionando a Abrahán, Jesús tocó fibras muy profundas de sus oyentes. Nunca antes, maestro alguno había adjudicado este titulo a mujer alguna. Estaba extrictamente limitado a los hombres, ellos eran orgullosamente "Hijos de Abraham". Recordemos que cuando Jesús les exhorta de su necesidad de ser verdaderamente libres por el Hijo de Dios, ellos respondieron enfaticamente: "...Hijos de Abraham somos, nunca hemos sido esclavos de nadie...". Que impacto debió provocar en ellos que el Señor Jesús empleara esta designación en una mujer. Por esta filiación, el jefe de la sinagoga quedaba obligado a cumplir para con ella el mandato de amor al prójimo, puesto que como hija de Abraham ella era su igual. Con este énfasis el texto indica que Jesús restaura y recrea la dignidad espiritual, moral y social de la mujer, liberándola de sus males. Se trata del único texto bíblico que habla de las mujeres como Hija de Abrahán. Finalmente, el texto establece el valor social de la mujer mediante la indicación de la alegría del pueblo.

 
                  Los seguidores del Señor Jesucristo, sobre todo los varones, debemos asumir el compromiso de promover y defender la igualdad y diferencia de la mujer en relación al varón, puesto que es un derecho que Dios le concedió desde la creación al hacerle conforme a su imagen y semejanza:
Y Dios creó al ser humano a su imagen; lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los creó,… (Gen 1:27 NVI).
                   El supuesto señorío y superioridad del varón sobre la mujer se basa claramente en una de las consecuencias más infames del pecado original: A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti. (Gen 3:16 RV60). Sin embargo, como por uno, Adán, entró la degeneración en la humanidad, por uno fuimos restaurados, Jesús, por ello Pablo declara: Sin embargo, en el Señor, ni la mujer es independiente del hombre, ni el hombre independiente de la mujer. (1Co 11:11 NBH).
Ya no se distinguen judío y griego, esclavo y libre, hombre y mujer, porque todos ustedes son uno con Cristo Jesús. Y si ustedes pertenecen a Cristo, son descendencia de Abrahán, herederos de la promesa. (Gal 3:28-29 BNP).
                   Como comunidad de fe cristiana, tenemos la misión moral, social, teológica y espiritual,  de marcar una categórica diferencia respecto a nuestra sociedad actual, cambiando la historia y la triste realidad en torno a la mujer. Como  iglesia de Cristo debemos asumir con orgullo la misión de respetarle, cuidarle, valorarle, amarle, otorgarle los espacios que por derecho le pertenecieron siempre,  e invitarle a levantarse y alzar su frente con dignidad y esperanza en el porvenir que por siglos se le negaron.
 
Pr. Gustavo Robles Cid.
Reflexion basada en sermon dominical
Comunidad de fe Rey de Gloria.

martes, 5 de marzo de 2013

EDIFICAR A TODA PRUEBA


Mateo 7:24-29.

 

 

·          Los creyentes o seguidores de Cristo debemos fundamentar nuestra experiencia de vida en los principios de la enseñanza de nuestro Señor.
·          El contexto de este relato del evangelio de Mateo se encuentra inserto en la exposición del Sermón del Monte que Jesús compartió con sus discípulos y los aspirantes a tales en la región de Galilea. Habiendo expuesto varios principios relacionados con la justicia del reino, Jesús concluye el Sermón  con cuatro ilustraciones de la justicia personal hablando de dos puertas y dos caminos; dos clases de profetas y dos clases de árboles frutales; dos clases de siervos; y dos clases de constructores.
·         ¿Por qué es tan necesario poner en práctica los principios de la palabra del Señor?
    Intentemos extraer por lo menos dos respuestas a esta interrogante a partir de esta cuarta parábola de la conclusión del Sermón del Monte de Jesús.
I            NOS CONVIERTE EN PERSONAS PRUDENTES Y SABIAS.
 
            Mateo en estos versículos y su paralelo en Lucas (6:46–49) registran la parábola de los dos constructores con la cual Jesús concluye el Sermón. Existen semejanzas entre los dos constructores. La primera de ellas es que ambos oyen las palabras del Maestro, la expresión verbal ἀκούει μου τοὺς λόγους  (v. 24 BYZ, ind.- pres.- act.). El verbo akúo indica la capacidad de percibir los sonidos, pero también el énfasis metafórico de poner plena atención y entender: “el que tenga oídos, oiga…” Es por esta razón que los rabinos debatieron si oír o hacer la ley era más importante; la mayoría concluyó que oír era más importante, porque según enseñaban ellos, no se podía hacer sin oír, pero sin embargo insistieron que ambos eran necesarios. Esto explicaría la importancia que tenía en el culto judío la recitación continua del Shema (Escucha Israel, el Señor tu Dios, el Señor uno es…) como confesión de fe. Sin embargo Jesús advierte tajantemente a sus discípulos que no solo deben prestar suma atención a sus enseñanzas, a sus palabras exhortadas en este sermón, además es de vital importancia ponerlas en práctica, καὶ ποιεῖ αὐτούς (v.24 BYZ ind.- pres.- act.). El verbo poiéo indica ponerse en actividad, ocuparse o empeñarse en una acción.
               Dijimos que había semejanzas entre ambos constructores, pero también radicales diferencias. Aunque ambos oyen las palabras y enseñanzas del Maestro, solo uno está dispuesto a ponerlas en práctica. Entonces el Señor compara al discípulo que oye y hace con un constructor prudente en su parábola, puesto que el oír y practicar las enseñanzas de Jesucristo cultiva la prudencia y la sabiduría. La expresión  φρόνιμος  es un adjetivo que denota inteligencia práctica, sabiduría para vivir, que permite una actuar asertivo y consecuente. Por lo contrario, el discípulo que oye pero no practica sus enseñanzas μὴ ποιῶν αὐτούς (v. 26 BYZ partic. – pres.- act.), es comparado con un constructor necio. El adjetivo μωρός se utiliza para calificar la torpeza, necedad, carencia de sabiduría o inteligencia practica.
               La enseñanza de Jesucristo será considerada más tarde por Santiago instruyendo a la naciente iglesia judeo-gentil:
Pero no basta con oír el mensaje hay que ponerlo en práctica, de lo contrario se estarían engañando a ustedes mismos. Porque si uno es oyente del mensaje y no lo practica, se parece a aquel que se miraba la cara en el espejo: se observó, se marchó y muy pronto se olvidó de cómo era.  (Stgo.1:22-24 BNP)
 
Como seguidores y discípulos de Jesucristo debemos estar dispuestos no solo a oír constantemente las palabras del Señor y Maestro de nuestras vidas, sino también a ponerlas en práctica continuamente. De esta manera, las palabras prácticas de Jesús nos transformarán en personas cautas y sabias que son capaces de actuar consecuente y responsablemente de acuerdo a lo que han aprendido, utilizando nuestro conocimiento para hacer lo correcto según la voluntad de Dios.
 
II          NOS PERMITE ENFRENTAR CON SOLIDEZ LAS CRISIS.
 
           Mateo continua la narración de la parábola de estos dos constructores y vuelven a detectarse semejanzas entre ambos. Tanto el constructor sabio como el necio construyeron seguramente casas similares, ambos debieron enfrentar que su obra de edificación fuese azotada por las mismas inclemencias climáticas. Sin embargo el constructor prudente y sabio, el que oye y practica la palabra del Maestro: cavó, ahondó y colocó el cimiento sobre la roca. (Luc.6:48 BNP), mientras que el constructor insensato construyo su casa sobre la tierra arenosa, sin cavar para cimentar en el lecho rocoso. En tiempos de Cristo, los pueblos y aldeas de la Galilea estaban conformados por edificaciones domiciliaras más bien sencillas, de pocos cuartos, algunas de piedra y muchas de mampostería. Para aprovechar mejor las extensiones de terreno llanos para los cultivos se acostumbraba a edificar preferentemente sobre las laderas de los montes. El riesgo era latente, ya que al llegar las estaciones lluviosas, los aluviones provocados por las tormentas y el fuerte ventarrón ponían a prueba la calidad de las construcciones.



               Para el Señor, el discípulo que se esforzaba continuamente  en oír y practicar sus palabras, había logrado cultivar su prudencia y sabiduría lo suficiente como para consolidar su vida en las enseñanzas del Maestro, de manera que en tiempos de crisis podía mantenerse estable y con una fe solida en Jesucristo. De la misma forma en que procedería un constructor prudente y experimentado al cimentar su construcción en el lecho rocoso de Galilea.  Muy por el contrario, el supuesto seguidor que solo se conformaba con oír las enseñanzas de Jesús pero sin practicarlas, está expuesto a resultar severamente dañado cuando deba enfrentar las crisis de esta vida. Su confianza en el Señor se desmoronará y su insípida fe se diluirá hasta generar decepción y profunda frustración. Por ello es considerado por el Maestro como el constructor insensato que erigió su casa a ras de suelo y al ser azotada por la furia del clima no pudo soportar y debió afrontar una pérdida total de su propiedad.
                  La expresión empleada por Mateo, ᾠκοδόμησεν τὴν οἰκίαν αὐτοῦ ἐπὶ τὴν πέτραν· (Mat.7:24 BYZ) oikodoméo denota la acción de edificar, construir o emplazar alguna obra y metafóricamente es usado en este pasaje para referirse al crecimiento y progreso integral del creyente, gracias a su sólido fundamento en las enseñanzas y principios de Jesús. La idea de ser juzgado por el oír sin obedecer o poner en práctica era familiar para los judíos: En realidad, tú eres para ellos tan sólo alguien que entona canciones de amor con una voz hermosa, y que toca bien un instrumento; oyen tus palabras, pero no las ponen en práctica. No obstante, cuando todo esto suceda —y en verdad está a punto de cumplirse—, sabrán que hubo un profeta entre ellos.» (Ez.33:32-33 NVI)
                 Algunos de los oidores de Jesús más bíblicamente instruidos pueden haber recordado Proverbios: Con sabiduría se construye la casa; con inteligencia se echan los cimientos. (Prov.24:3 NVI)  y el contraste entre la sabiduría y la insensatez personificadas: La sabiduría construyó su casa y labró sus siete pilares. (Prov. 9:1 NVI). El temor de Jehová es el principio de la sabiduría, Y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia. (Prov. 9:10 R60)
                Como seguidores y discípulos de Cristo debemos comprender que en el reino de los cielos, el oír las palabras del evangelio sin el hacer lo que se manda lleva a la ruina espiritual. En cambio, el oír y el hacer —la obediencia del seguimiento, sirve de base para edificar una vida que puede resistir ataques de todos los elementos y permanecer en pie. Los verdaderos seguidores de Cristo no debemos conformarnos jamás con ser simples y cómodos oidores de las verdades de su evangelio, muy por el contrario debemos desafiarnos a ser activos practicantes de sus principios. De esta manera cultivaremos sabiamente una vida de fe estable y solida, profundamente arraigada en las enseñanzas que hemos aprendido de nuestro Maestro Jesús. Y en tiempos de prueba, adversidad o tribulación nuestras vidas permanecerán serenamente confiadas en las promesas, instrucciones y principios inamovibles del Señor Todopoderoso.

audire et facere
Oír y Practicar
 
Pr. Gustavo Robles Cid
Reflexion basada en sermon dominical
Comunidad de fe Rey de Gloria

EXAMEN URGENTE AL CORAZÓN



Salmo 139:23-24.

·          Los seguidores de Jesucristo debemos de permitir que Dios examine nuestra vida si deseamos ser ejemplo o modelo de una sociedad alternativa que agrade a Dios.

·          El salmo 139 es adjudicado a David, a pesar de por la presencia de algunos arameismos pareciera compuesto tardíamente, posiblemente en el cautiverio o post-cautiverio. Sin embargo es innegable el estilo, expresión y narrativa poética tan propia del rey de Judá del siglo decimo. A pesar de ser declarado un salmo “imprecatorio” por la rudeza con la que el salmista trata a los pecadores, también exalta al Creador y alaba su omnisciencia y omnipresencia, culminando en una solicitud de examen o escrutinio departe de Dios a la vida del salmista. El Salmo no fue escrito por alguien que quiere escaparse de este Dios si pudiera, o huir de él como pecador, sino por alguien que sabe que no puede escapar y aun más, está dispuesto a enfrentar la  verdad. El Salmo es una unidad, aun cuando algunos estudiosos lo pongan en duda, lo que es respetable, pero es conveniente analizar que el v. 13, hace que 13-18 sean una explicación de 1-6, 7-12 y los vocablos idénticos en los vv. 1, 23 lo unen todo. Esto significa que la tensión entre el salmista y el impío en 19-24 debe ser el contexto del cual salió el Salmo.

·         ¿Qué debemos solicitar al Señor para evaluar nuestra calidad de vida cristiana?
  • Analicemos por medio de este salmo imprecatorio, dos  procesos que componen este necesario examen que debemos solicitar a Dios para resguardar la integridad de nuestras vidas de creyentes.
I          EXAMEN Y PRUEBA A NUESTRA REALIDAD DE VIDA.
                      Es probable que alguna situación de conflicto moral sea el contexto de este salmo. La iniquidad en su peor manifestación (19) y escandalosas formas (19-24), hizo que David no sólo tomara partido (19-24) sino que volviera a analizar su vida frente a Dios (1-18). La figura según nos comenta L.A. Schokel (Salmos II, Edit. Verbo Divino. Navarra, 1993) nos recuerda a un súbdito leal que se presenta ante el Supremo Juez, para solicitar su sentencia, no solo para los perversos, sino también el justo escrutinio para su propia vida.
Después de que el salmista a tratado con rudeza a quienes considera enemigos de Dios e impíos por su obras contrarias a la ley del Señor, cambia bruscamente su tenor para someterse a sí mismo al justo juicio divino. El salmista pareciera advertir que no puede cuestionar o juzgar las obras de los pecadores sin antes poseer la certeza de su plena integridad. En el paralelismo sinónimo del verso 23 solicita a Dios que examine y ponga a prueba su corazón. La expresión hebrea חָקְרֵ֣נִי (v.23 WTT) del verbo Jaqar hablaba de una investigación de tipo jurídica, a fondo y detallada de los hechos expuestos por un testigo para corroborar su exactitud y veracidad (Deut.13:15). Complementa esta solicitud pidiendo a Dios que le pruebe, la expresión בְּ֜חָנֵ֗נִי (v.23 WTT) del verbo bajan, se empleaba originalmente para hablar de algo que era examinado para determinar de qué material estaba hecho, como el oro o la plata. Metafóricamente su uso pasó a la jerga jurídica para referirse a la prueba de veracidad, comprobar si algo es real y verdadero y no solo apariencia.
El salmista advierte que solo Dios puede examinarle y probarle real, profunda y efectivamente por que solo él le conoce realmente. El uso del verbo yada‘ (יָדַע) habla de un conocimiento adquirido no solo por la indagación o la investigación acuciosa, sino también como resultado de la comunión o relación estrecha. David está absolutamente convencido que Dios puede indagar, examinar y hasta probar la realidad intima de su ser porque nadie le conoce tan profunda y totalmente como el Señor. Entiende que frente a Dios esta descubierto y desnudo, sin apariencias que puedan confundir o distraer al dueño de su vida. Si David es más integro o piadoso que aquellos a los que ha juzgado, solo el Señor lo puede determinar.
Así lo advierte también el profeta Jeremías al declarar tajantemente:
Yo, el Señor, penetro el corazón, examino las entrañas, para pagar al hombre su conducta, lo que merecen sus obras. (Jer.17:10 BNP).
            El  Nuevo Testamento también testifica que solo Dios conoce verdaderamente a los seres humanos y solo el Señor puede indagar en la profundidad corazón.
Y conociendo Jesús los pensamientos de ellos, dijo: ¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones? (Mt 9:4 R60)
Pablo exhorta entonces a los creyentes a entender que si Cristo mora en sus vidas, es un deber del cristiano, examinar honestamente su vida a la luz del evangelio:
Al contrario, hablamos como hombres a quienes Dios aprobó y les confió el evangelio: no tratamos de agradar a la gente sino a Dios, que examina nuestro corazón. (1Tes.2:4 NVI)
Cada cual examine su propia conducta; y si tiene algo de qué presumir, que no se compare con nadie. (Gal.6:4 NVI)
             Los seguidores del Señor Jesucristo debemos estar dispuestos continuamente a que el Señor indague, examine y ponga a prueba nuestras vidas, puesto que solo Él conoce lo que en verdad somos. El Señor nos conoce más allá de las simples apariencias, protocolos, y producciones de piedad que hacemos de nosotros mismos. Él conoce perfectamente donde fallamos, en que le desobedecemos, que actitudes nuestras le ofenden. Solo el Señor por medio de su Santo Espíritu y su bendita Palabra pueden señalarnos que cosas deben cambiar en nuestras vidas.

II         CORRECCIÓN Y GUIANZA A UNA VIDA DE RECTITUD.

             El salmista no solo pide a Dios que como justo y omnisciente Juez escudriñe y examine hasta lo más profundo y oculto de su ser. Le solicita además que evalué el resultado y le advierta que tanto se extraviado de sus principios divinos y de la vida de justicia y rectitud que el Señor espera de él.
La expresión hebrea רָאָה describe la acción de observar detenida y atentamente, en actitud de vigía, como lo haría un centinela o un pastor de un rebaño. David está seguro que Dios, después de examinarle profundamente posee la autoridad para diagnosticar sus falencias, de hecho el hebraísmo  דֶּֽרֶךְ־עֹ֥צֶב (v. 24 WTT)  se traduce literalmente como “camino de dolor o pesar”.
 El salmista entendía que cualquier atisbo de desobediencia a la ley de Dios, injusticia o maldad en su ser, solo trazaría un estilo de vida que le produciría dolor, tristeza y profundo pesar. Por lo anterior, David concluye este salmo solicitando a Dios su divina corrección, la expresión נחה es originalmente de sentido pastoril, puesto que describe la labor de un pastor al conducir a su rebaño por las sendas correctas para evitar que se extravíen o que sufran algún daño, de allí que fuese adoptada metafóricamente en el campo de la educación, formación y corrección de los discípulos de algún maestro. Es decir, el salmista solicita a Dios que le corrija, dirija y guie de acuerdo al camino eterno (דֶ֣רֶךְ עוֹלָֽם  v.24 WTT), el camino de verdad, integridad, justicia y vida plena al cual solo el Señor puede conducirle con exactitud.

El profeta Isaías hace eco de este principio hablando de los pueblos que se volverán a Dios:
Vengan, subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob: él nos instruirá en sus caminos y marcharemos por sus sendas, porque de Sión saldrá la ley; de Jerusalén, la Palabra del Señor. (Is.2:3 BNP)
            En el Nuevo Testamento, el apóstol Pablo exhorta a los creyentes en Roma a corregir sus malas actitudes y permitir que Dios dirija sus vidas a la justicia y rectitud por medio de su Santo Espíritu:
 
 Por tanto, hermanos, tenemos una obligación, pero no es la de vivir conforme a la naturaleza pecaminosa. Porque si ustedes viven conforme a ella, morirán; pero si por medio del Espíritu dan muerte a los malos hábitos del cuerpo, vivirán. Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios.  (Rom.8:12-14 NVI)
             Los seguidores de Cristo debemos estar dispuestos a ser corregidos e instruidos continuamente  por el Señor a una recta y justa manera de vivir. Sin lugar a dudas que la iglesia tiene la misión de ser “sal y luz para el mundo”, por ende tiene la misión de advertir a la sociedad en la que vivimos cuando se aleja de los principios de Dios para su propia desgracia. Pero nunca podremos ser efectivos en esta misión si poseemos funestamente tejado de vidrio. Los seguidores de Cristo debemos ser un claro y real ejemplo de que una sociedad alternativa, que vive de acuerdo a los principios de Dios, es totalmente posible.


Pr. Gustavo Robles Cid
Reflexión basada en sermon dominical
Comunidad de fe Rey de Gloria